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TESTIMONIO

 

Hola a todos los alumnos, ex-alumnos y profesores que imagino leeréis este honesto artículo sobre mis vivencias en el A. Benítez y por supuesto como ha influido éste en mi desarrollo personal y laboral.

Dónde comenzar es una pregunta compleja, especialmente a años pasados, 10 para ser exactos.

Mi nombre es Rafael Cervantes Gomariz y estoy seguro de que algunos profesores recordaran esos apellidos, pues tanto yo como mis dos hermanas hemos tenido la suerte de pertenecer al alumnado del instituto.

Decir que cuando se comienza a estudiar en el instituto, lo último que un estudiante piensa es que 10 años más tarde se encontrará escribiendo algo para el centro que, en ese tiempo, era “lo peor de lo peor”, pues…, ¿a que adolescente le gusta ir a estudiar?

Tengo que decir que gracias al instituto conservo grandes amigos de esa época que hoy por hoy seguimos compartiendo cada vez que nuestros trabajos nos lo permite.

En cuanto a las materias, quisiera remarcar la gran ayuda prestada por profesores de inglés, que a día de hoy es cuando verdaderamente me doy cuenta de lo profesionales que fueron.

Yo fui alumno de letras y en mi año tuvimos la suerte de compartir una clase de tan solo 6 personas, lo que hizo que se creara una pequeña familia y por supuesto una relación profesor/alumno mucho más cercana.

Latin y griego era todo un reto para mi, pero, en una época en la que los móviles no existían como hoy día, he de decir que me escribía notas con alfabeto griego entre mis compañeros para que profesores no entendieran que nos decíamos.

Me gustaría destacar que yo no fui un alumno de altas calificaciones en todo mi recorrido escolar, posiblemente por mi estudio unilateral de música, no obstante los niveles ofrecidos por el centro son perfectamente cualificados para ofrecer un camino correcto a la universidad.

He remarcado las clases de inglés porque siempre suspendía y jamás pensé que sería capaz de hablar otro idioma.

Hoy día me encuentro trabajando con la mejor compañía de cruceros del mundo como músico en América, por supuesto sólo hablando en inglés.

El instituto me dio la correcta educación para poder desenvolverme en un complicado mundo laboral tanto en un terreno nacional como internacional.

A mis profesores de otras lenguas…, quiero añadir que ahora hablo un inglés fluido y que ando en vías de perfeccionar mi alemán para llegar al mismo nivel. ¿Quién me lo iba a decir?

Como colofón final, quisiera invitar a todos los alumnos del Andrés Benítez a prestar la máxima atención a sus profesores, pues serán ellos quienes formen los pilare de su posterior desarrollo profesional.

Gracias por todo.