Mi experiencia en el I.E.S. Andrés Benítez ha sido muy positiva y de él conservo muy buenos recuerdos. Este instituto me dio la oportunidad de creer en mí y de empezar de cero.
Yo llegaba de un colegio en el que me habían tachado de alumna vaga y conflictiva, y la verdad es que un poco de razón tenían. Al haber repetido segundo de EGB me tocó vivir la reforma de la LOGSE, y ¡menos mal! Así llegué al instituto Andrés Benítez, pero no empecé con muy buen pie. Sin embargo poco a poco y gracias a algunos docentes, empecé a confiar en mí misma. El día en el que todo cambió fue el día previo a un examen de Biología y Geología. Aquella tarde miré en mi agenda y vi que al día siguiente tenía un examen. Como no tenía nada mejor que hacer, decidí estudiar toda la noche. Al recibir la nota de ese examen días más tarde no me lo podía creer. Había sacado un notable alto y solo había estudiado una noche. A partir de ese momento todo cambió. Decidí ponerme las pilas y empezar de cero, aunque ya estaba en el segundo trimestre de ese curso. Aún conservo mis notas de aquella época y todavía me sorprende la diferencia de notas entre un trimestre y otro.
Días después de haber hecho la Selectividad y de haber recibido las notas, estaba en el instituto cuando una proferosa a la que quiero mucho, ella sabe perfectamente quién es, me preguntó qué quería estudiar. Yo, con la cabeza un poco en las nubes, le dije que no sabía, pero que quizás filolofía hispánica, filología inglesa, filología árabe o algo relacionado con los idiomas. Incluso me planteé ser azafata de vuelo… Así de claras tenía mis ideas por aquel entonces. No sé cómo lo hizo, pero me convenció para que me matriculara en la Universidad de Traducción e Interpretación de Granada con alemán como primer idioma. Sinceramente creo que esta decisión cambió mi vida por completo.
Gracias a este instituto y a esta profesora estuve dos años de Erasmus en Alemania y conocí al que hoy es mi marido y con el que tengo dos hijas maravillosas. Aquí vivo desde hace 11 años y trabajo como profesora de español. Ahora soy yo la que motiva a los alumnos y les hago creer en ellos mismos. Querer es poder.
¡Gracias!
